Ya no hay marcha atrás. No hay retorno.
¿Cuánto pueden cambiar las cosas por una decisión que en un principio resulta sencilla?
Todo cambiará, nada será igual.
Cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día, cada mes... ya nada volverá a ser como antes.
Me queda poco tiempo, demasiado poco tiempo.
No se que hacer ni como reaccionar.
Esto es demasiado.
Es una sensación rara en el cuerpo, en la cual solo te apetece estar metido/a en la cama, llorando, sin ganas de salir de ella, esperando a que vuelva a caer la noche para poder estar agusto sin que nadie te moleste.
Estar encerrada/o en la habitación sin ganas de salir, sin ganas de decir: hoy me voy a comer el mundo.
Esas ganas ya se han esfumado, ya se por h o por b, se han esfumado.
Entre unas cosas y otras no tengo ganas de nada, solo de llorar y no parar, de desaparecer durante una larga temporada o para siempre, ganas de no volver....
Ya no hay tiempo, se ha terminado, las decisiones ya están tomadas todas, sin retorno, sin marcha atrás. Ya no hay nada que hacer sino disfrutar del poco tiempo que queda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario